Tango Cambalache

EL CASO KARADIMA. EL SACERDOTE CHILENO RESPONSABLE DE UN ESCÁNDALO DE ABUSO SEXUAL, FUE EXCOMULGADO POR LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA, PERO ABSUELTO POR LA JUSTICIA CHILENA.



"CAMBALACHE" A LA CHILENA

Por: Atricio Milla Mardones

Éste comentario es una invitación a que usted se ponga su mejor atuendo de leñador y coloque en su equipo musical, a todo volumen, el tango Cambalache, para que haga, en forma elegante y sin culpa, “leña del árbol caído”; después de todo -y como dice el tango-, “el siglo XX (XXI en la actualidad) es un despliegue de maldá insolente, ya no hay quien lo niegue”.

SILVIO BERLUSCONI, PRIMER MINISTRO DE ITALIA. ACUSADO DE MANTENER RELACIONES SEXUALES CON UNA MENOR QUE EJERCÍA EL COMERCIO SEXUAL.

FERNANDO KARADIMA. PÁRROCO DE LA IGLESIA DE EL BOSQUE, EN PROVIDENCIA.

Vea usted mismo, los medios de comunicación social a diario constatan que, en el mundo como en Chile, ser hipócrita… No es delito. Ahí están los escándalos sexuales protagonizados por Silvio Berlusconi (el mismísimo Primer Ministro de Italia) o el caso del cura chileno Fernando Karadima (personaje tenido como “Vaca Sagrada” en la Santa Iglesia Católica de Chile, pero que resultó ser la encarnación del “Diablo vendiendo cruces”).

UNA DE LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES DE LA MENTIRA COMO "LIVE MOTIV": EL CASO DE ROBERTO "CÓNDOR" ROJAS, EL ARQUERO DE LA SELECCIÓN DE FÚTBOL DE CHILE QUE SIMULÓ UN CORTE EN SU CEJA, EN PLENO ESTADIO MARACANÁ.

En Chile, país donde la moralidad de los personajes públicos consiste, al parecer, en que “no los pillen” haciendo cosas indebidas,  es imposible dejar de recordar casos emblemáticos que van desde el  tristemente célebre arquero Roberto “Cóndor” Rojas (con el montaje del Maracaná); los escándalos y corrupción en el gobierno de la dictadura de Pinochet y en los gobiernos de la Concertación, hasta llegar a la época actual, donde destacan personajes que dan a conocer su lado “B”, en forma pública, escandalosa y sin ponerse colorados.

Imposible no acordarse de la ex Directora de la JUNJI, Ximena Osandón (sí, la misma que calificó su sueldo mensual de 4 millones de pesos como  “reguleque”); el tránsfuga democratacristiano y ex Ministro de Defensa, Jaime Ravinet (sí, el que pagó 2 millones de dólares de más por un puente mecano que, finalmente, valía “callampa”); la Intendenta de la Región del Bío Bío, Jacqueline van Rysselberghe (con su torcido sentido de la verdad); el farandulero Edmundo Varas (un tipo que hace tiempo tocó fondo en su vida y, aunque parezca increíble, sigue excavando más profundo aún, con tal de vender su “personaje” de “stupid boy” a la tele-basura) y el cura Fernando Karadima (que le tocó ser la punta del iceberg de la corrupción en la Santa Iglesia Católica Chilena), en fin, la lista de personajes turbios, en Chile, es larga.

Entonces, con todos éstos antecedentes, no es extraño que vuelva a ponerse de moda el mítico tango Cambalache, escrito en 1935 por el argentino Enrique Santos Discépolo, quien no sólo analiza una época y es premonitor al asegurar “Que el mundo fue y será una porquería”, sino que conoce tan bien las contradicciones internas de la condición humana que expresa maravillosamente en su tango:

“Si uno vive en la impostura
y otro afana (roba) en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón”.

Usando, en cada verso, el “lunfardo” (una especie de lengua alternativa con la que los tanguistas subvertían el orden gramatical establecido y le daban un Golpe de Estado al vocabulario de la Real Academia de la Lengua, ya fuera inventándose palabras o escribiendo mal las que ya existían), Cambalache es el himno nacional de las cosas turbias de la vida, que nos da un resumen filosófico, existencial,  profético y político del siglo XX, pero que está claro que es válido para el siglo XXI, pues reconocemos en el siguiente verso un mundo actual:

“Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro (ladrón),
pretencioso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor;
lo mismo un burro que un gran profesor”.

Paradójicamente, tal vez, sea un tango el encargado de despertar la conciencia cívica y política de las masas, para que no vivamos una vida de letra de tango sino de seres consecuentes y pensantes que pueden tener una visión crítica sobre su realidad nacional contemporánea.

A 76 años de la creación del tango Cambalache, sería bueno saber por tarot, bola mágica de cristal u oráculo ¿Hasta cuándo vamos a seguir bailando el mismo tango con las personas que ocupan cargos públicos en Chile?