jueves, 17 de febrero de 2011

Crónica de 1958

1958, AÑO GEOFÍSICO INTERNACIONAL.

CRÓNICA 1958


Por: Atricio Milla Mardones


Es el año del hula-hoop y llega también a Chile en forma de epidemia. No sólo los niños juegan con la ruedecilla de plástico, sino que muchas Venus piernudas se mueven siguiendo la norma. Los mirones dijeron “buen año, si sigue”, porque además el comercio quiso facilitar las cosas imponiendo los “hot panty”.

AFICHE CINEMATOGRÁFICO DE "EL PUENTE SOBRE EL RÍO KWAI".
¡Qué año! Gente de todos los países –según estadísticas- consumen en 1958 cerca de 50 millones de botellas de un brebaje llamado Coca-Cola y en los cines europeos, Alec Guiness triunfa con El Puente sobre el río Kwai, y la fastidiosa marcha es silbada por todo el mundo. Sólo 10 años después se sabrá que la sangre artificial –o salsa de tomate- empleada en las escenas de muerte, era en verdad, sangre auténtica comprada en bancos de sangre por el director, movido por el afán de realismo.


Santiago se conmociona con El Último Cuplé y Sarita Montiel encandila a mayores y menores no sólo con su voz. El hit musical Fumando Espero es entonado por un país que, de cuando en cuando, sufre accesos de nostalgia. Y por ello, la ya no tan joven legión de adultos siente pavor porque comienza la cuenta regresiva de su generación al morir Tyron Power, el legendario héroe de La Marca del Zorro.

También el duelo alcanza la Iglesia Católica, porque muere el Papa Pío XII. En las últimas semanas el Santo Padre se apoyaba con fervor en las visiones que tenía de Cristo y de la Virgen María. Al terminar el año, muere en Chile, a los 92 años de edad, el Cardenal Monseñor José María Caro.

STANLEY KUBRIC LLEVÓ AL CINE "LOLITA", EL POLÉMICO LIBRO DE NOBOKOV.
Los lectores del mundo comienzan a preguntarse si Lolita, la novela de Vladimir Nabokov que ha hecho temblar la vieja moral puritana de los norteamericanos, es realmente un libro que vale la pena leer o es sólo un texto que provoca aburrimiento, contribuye a la perversión del género humano, desarrolla la paidofilia aberrante o es un mero tratado de obscenidad. En Chile, donde la moralidad consiste en que a uno no lo pillen, se prefieren naturalmente otros libros.

JUAN XXIII, EL "Papa Bueno". REFORMÓ LA IGLESIA CATÓLICA EN EL CONCILIO VATICANO II.
La Iglesia Católica se regocija con un nuevo Papa: Juan XXIII. El número –según el mito- habría correspondido, en otro tiempo, a una “mujer Papa”, conocida en el reino de la fantasía como la Papisa Juana. Llevaba el número 23 que recibe el Cardenal Roncalli.

Aldous Huxley, ironiza a un mundo que empieza a divulgar las virtudes de la droga y define a nuestro tiempo mediante un elemento que le preocupa: el aumento constante de población en las ciudades.

En América Latina comienza a sonar de modo muy violento el clarinazo de alerta tomando la forma de odio popular y juvenil en contra del “yanqui”. Receptor directo de las acciones colectivas es el vicepresidente norteamericano Richard Nixon, quien decide venir a visitarnos para ver como estamos ligados a ellos por intereses políticos y económicos, vínculos de sangre (de la misma que se usó en El Puente sobre el río Kwai) y por esa tropelía verbal que se conoce con el nombre de “comunidad de ideales”.

YANKEE GO HOME!! ("YANKEE, REGRESA A CASA")
EXPRESIÓN DE LAS MANIFESTACIONES ANTINORTEAMERICAS
DEBIDO A LA CONSTANTE INTERVENCIÓN POLÍTICA Y MILITAR DE EE.UU. EN EL MUNDO.
Nixon pudo salir de Chile casi indemne a la gritería, a la presencia de los constantes “¡Yankees, go home!”, a la quema de banderas norteamericanas en las cercanías de la embajada, a los alegatos en contra del latrocinio de las empresas transnacionales, a los recuerdos de las acciones del Ku-Klus-Klan, de la explotación de los negros, a la intervención militar en Corea que es evocada porque aún no surge otro lugar de recambio como pronto lo serán Cuba y Vietnam. Sin embargo se irrita más de la cuenta cuando quiere explicar que la ayuda norteamericana a Latinoamérica es abundante, continua y sobre todo, desinteresada.

Sin embargo, fue en el aeropuerto de Caracas, donde recibió la más afrentosa recepción que es dable imaginar. Creyó que estaba lloviznando. Se engañaba porque en verdad, se trataba de una tempestad de escupos masivos lanzados por los que odiaban el sistema político y económico que él representaba: el American way of life.

"ESTILO DE VIDA" DE LA CLASE MEDIA NORTEAMERICANA,
IMPUESTO COMO FORMA DE IMPERIALISMO CULTURAL DE EE.UU. EN EL MUNDO.
Nixon parecía un monstruoso lagarto verde saliendo del pantano. Y eso no fue todo. Las calles se llenaron de manifestantes que deseaban expresar su indignación moral por el apoyo prestado por los Estados Unidos a las dictaduras latinoamericanas de Trujillo, Somoza, Batista, Pérez Jiménez y otros. Nixon parecia no creer lo que veía: el furor de la multitud, la ira, el desprecio por el modo de vida que él representaba y que estimaba ideal. Un periodista del New York Herald Tribune dijo que había tenido la sensación de hallarse presenciando escenas de la Revolución Francesa. Nixon, sin embargo logró sobrevivir. Al contar el asunto en su país, dijo que el regreso de la democracia en América Latina no podía convertir a la gente en una turba de vándalos. El pueblo latinoamericano le estaba cobrando a Nixon las “viejas deudas” que al decir de un tango “se tienen que pagar”.

JORGE ALESSANDRI RODRIGUEZ. PRESIDENTE DE CHILE ENTRE 1958-1964.
El 4 de septiembre hay elecciones presidenciales en Chile. En ellas triunfa por escaso margen Jorge Alessandri Rodríguez. Pero el candidato más pintorezco fue el ex cura de Catapilco y Diputado por Valparaíso, Antonio Zamorano Herrera. Ya en 1957, su estrella popular comenzó a crecer. En un país como el nuestro, que se contenta con las copias en lugar de los originales, se le vio como el don Camilo Torres chileno (la existencia de programas en que se concursaba por ser el doble de algún famoso da la tónica a la originalidad criolla). Así llegó a la lucha electoral. En la proclamación, efectuada en la Plaza Bulnes, el cura de Catapilco llegó montado en un caballo de buen ver, acompañado por huasos, con un ánimo de “cuasimodo”, entre guitarras y cantos alegres.

Al computarse los votos, cuando no existian los artilugios manuales ni legales para eliminar votantes aunque estos estuvieran muertos, meter votos brujos en las urnas y entre uno que otro puñete a la hora del recuento, el resultado fue el siguiente: Jorge Alessandri Rodríguez 387.292; Salvador Allende Grossens, 352.915; Eduardo Frei Montalva 255.915; Luis Bossay Leiva, 190.932 y Antonio Zamorano Herrera 41.932. En suma Alessandri le ganó a Allende por 34.377 votos, prácticamente los mismos que obtuvo el mentado cura de Catapilco y, hasta hoy, la izquierda puede pasarse algunas horas discutiendo sobre lo que habría sucedido si al cura no le hubieran pagado un peso por voto que obtuviera para derrotar a Allende, como se afirmaba ese 4 de septiembre, día de las elecciones y que coincidió con un feroz terremoto con epicentro en el sector de Las Melosas, en el Cajón del Maipo.

Diez y seis años más tarde, en 1970, Salvador Allede ganará las elecciones presidenciales en otro 4 de septiembre, al derrotar a Jorge Alessandri Rodríguez.


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